diariodenavarra.es, Miércoles, 8 de septiembre. 14.36 h.

Un experto dice que entre 1.700 y 2.000 alumnos navarros son superdotados


Presentado el congreso «Tecnología educativa para la formación de los superdotados: de la edad de la información a la era del conocimiento»


Entre 1.700 o 2.000 alumnos navarros son personas de alta capacidad, los llamados superdotados, según las estadísticas. Éste es uno de los datos ofrecidos por Javier Tourón, presidente del Consejo Europeo de Alta Capacidad y profesor de la Universidad de Navarra.

Este experto presentó esta mañana el congreso «Tecnología educativa para la formación de los superdotados: de la edad de la información a la era del conocimiento», organizado por la Universidad de Navarra, que se celebrará, entre el 10 y el 13 de septiembre, por primera vez en España.

Según aseguró, se calcula que en torno al 2 ó 3 por ciento de los escolares son personas con una capacidad suficiente como para necesitar un tratamiento educativo más diferenciado, lo que supondría en Navarra una cifra en torno a los 2.000 niños, y en toda España, entre 150.000 y 200.000. Además, señaló que ese tratamiento educativo no se ofrece en las escuelas, ya que éstas se orientan hacia el alumno medio.

El congreso se centra específicamente sobre el tema de la tecnología educativa para la educación de los superdotados, aunque el objetivo que se pretende difundir en este congreso es el de «una educación superdotada, de calidad, para todos los alumnos». Desde su punto de vista «cuando se hace algo por mejorar la educación de los alumnos de alta capacidad, se mejora automáticamente la educación de todos los alumnos».

«Fuga de cerebros» en la escuela


Javier Tourón abogó por una enseñanza para estos niños en sus propias escuelas, no en centros nuevos y específicos. Según aseguró, «es necesario adecuar la escuela al niño, no al revés».

Para este experto, los niños necesitan relacionarse con otros diferentes a ellos, para estar en contacto con otras realidades. Los niños de alta capacidad suelen destacar en algunas materias, pero no en todas. Por eso, necesitan programas especiales para que desarrollen esas áreas. Así, por ejemplo, un niño puede ser muy bueno para las ciencias, pero muy malo para el deporte. Además, según aseguró Tourón, supone una ventaja económica: «resulta más fácil diversificar la educación que construir centros nuevos».

Muchos de estos niños, si reciben estímulos educativos, se aburren en la escuela y llegan hasta desarrollar una animadversión por el colegio. Una gran mayoría de ellos, además, pueden fracasar en sus estudios, debido a que a veces se esconden y desarrollan estrategias para hacer las cosas mal y no ser identificados como diferentes.

Normalmente estos niños suelen identificarse a partir de los 8 años de edad, aunque también cuando tienen más de 3 ó 4 años. Los padres pueden fijarse en varios indicios o signos que pueden descubrirles. Entre ellos, un ritmo de aprendizaje rápido, la precocidad, un gran afán por saber, hacen preguntas muy sorprendentes, demuestran una gran sensibilidad social, muestran una gran persistencia en sus tareas, poseen un volumen de conocimientos muy grande, leen libros de adultos y emplean un lenguaje muy elaborado, utilizando palabras infrecuentes para su edad.

Sin embargo, según aclara el director del congreso, no todos los niños que muestran estos indicios son de alta capacidad, sino que es necesario una evaluación curricular. «Hay que eliminar la idea de que el superdotado es o no es, esto no es cierto, se trata de un proceso». Tourón no habla de niños superdotados, sino de niños de alta capacidad, porque, según él, el superdotado es «una situación a la que se llega», y la alta capacidad se refiere a unas posibilidades que se pueden desarrollar.

Sistemas de identificación


Respecto a estos sistemas de identificación de los alumnos, este experto afirmó que «deberían ser sistemáticos y periódicos», para descubrir a los más capaces, pero también, a la vez, se evalúa a quienes tienen más dificultades. Para Tourón, «el sistema educativo debe ser proactivo, no reactivo, el talento hay que buscarlo». De otra manera, explica, sólo se actúa sobre estos niños señalándolos como un problema. Para él, las mayores dificultades de los niños de alta capacidad «es que se les considera un problema».

Según explicó, los gobiernos deben facilitar el desarrollo de leyes que hagan más atractiva «la labor del mecenazgo de las empresas, para que redunde en la sociedad», debido a que, para este experto, «el capital intelectual más importante de una sociedad es el de las personas de alta capacidad».

Desde su punto de vista, la legislación española se encuentra a la cabeza de muchos países europeos. Sin embargo, «no todo son las leyes», sino que «queda mucho por hacer».

En el congreso, organizado por la empresa ECHA (European Council for High Ability, Consejo europeo de Alta Capacidad), se presentarán más de 200 trabajos de expertos de 35 países diferentes, sobre todo europeos y de EE.UU. «Esperamos que con este congreso se llame la atención de las instituciones educativas y de la sociedad sobre estas cifras, porque entendemos que la sociedad entera debe implicarse para facilitar el desarrollo de la educación de los más capaces», explicó el director del congreso.